miércoles, 24 de abril de 2013

Crecimiento sano del gatito

   En nuestros animales, la máxima: “somos lo que comemos”, también goza de plena vigencia. Más aún, si cabe, en el gatito, porque una buena alimentación garantizará su calidad de vida futura. 


    Los pediatras se debaten diariamente sobre la conveniencia de la lactancia materna, sobre su duración, etc., y posteriormente empiezan las disertaciones sobre el tipo de alimentos que deben ingerir los infantes y hasta qué momento. Es lógico, todos los profesionales de la sanidad, humana y animal, tenemos clara la importancia de la alimentación para la seguridad vital de los más jóvenes individuos.

   Nuestros pequeños felinos deben consumir leche materna hasta el momento que denominamos destete, salvo en los excepcionales casos en los que la madre no puede o “no está”, que consumirán una adecuada leche maternizada. El destete es un periodo en el que el animal ha de “olvidarse” no sólo de la ingestión del apetecible alimento materno, sino del íntimo contacto que su obtención supone.

   A partir de aquí deberá ir alimentándose de los mejores alimentos, de los más adecuados a su edad, a su conformación dental, a su capacidad de asimilación… Son muchos parámetros, que por más que lo intentemos, jamás cubriríamos sin la inestimable ayuda de una gran empresa dedicada a la especializada nutrición de los animales de compañía.

   En los gatitos, el asegurar la ingestión de los nutrientes oportunos nos asegura el crecimiento necesario y óptimo de cada una de sus células… ¡sí, de sus células!.Muchas veces pensamos que los huesos han de formarse bien, que su corazón debe ser fuerte, ¡¡por supuesto!!, pero para ello las células óseas, las cardíacas, deben recibir todos los nutrientes necesarios para que no exista deficiencia alguna y, para conseguirlo, debemos hilar muy, muy fino.

   Por eso no debe extrañarnos que en cada etapa del crecimiento, que en cada circunstancia de la vida del animal, dispongamos de uno o más alimentos que puedan satisfacer las necesidades de esas minúsculas fábricas, de esos pequeños motores encargados de dar vida a todos los órganos y estructuras del organismo de nuestro pequeño animal, de sus millones y millones de células.

   Cada una de estas etapas de crecimiento requieren un alimento específico: cuando pasa de la leche materna al alimento sólido, el gatito necesita que la transición sea segura, que su delicado aparato digestivo no se resienta. Igualmente es fundamental ayudar a su sistema inmunitario a producir las defensas que ya su madre no podrá transmitirle a través de esa leche.

   Cuando cumple los cuatro meses, estos aspectos siguen siendo importantes pero ya se puede empezar a pensar en otros, como la prevención de la formación de sarro o la belleza del pelo. Como decimos, muchos parámetros a tener en cuenta a la hora de alimentar a nuestro nuevo amigo.
Pero no sólo debemos prestar la máxima atención al alimento en sí mismo. Otro aspecto importante a trabajar desde la más tierna infancia es acostumbrarles a ser fieles al alimento. Un gato es feliz y más sano, cuando come exclusivamente lo que debe comer, lo que es adecuado para su organismo.
En demasiadas ocasiones, nuestra forma antropomórfica de ver la vida de nuestro animal, nos conduce a “alegrar” su excelente alimento con innecesarios aportes caseros: un poquito de “pechuguita” de pavo, una “sardinita”… Estos alimentos son totalmente innecesarios y contraproducentes.

   Los felinos son plenamente felices con su alimento especialmente formulado para ellos, no necesitan nada más y, si lo aceptan, pueden llegar a presentar variados problemas sanitarios.
Y, finalmente, la cantidad de alimento: No es necesario aportarles más cantidad para que estén mejor. El exceso de peso no es un indicativo de salud, sino de sobrepeso o de obesidad, de problemas sanitarios, en definitiva. Para aportar la cantidad óptima disponemos de las tablas de racionamiento en los envases de alimento y de la inestimable y sabia colaboración del veterinario.

   Un alimento adecuado para cada fase de crecimiento de nuestro gatito, sin aditamentos innecesarios y en la cantidad adecuada, conseguirá que ese nuevo amigo disfrute de una imperturbable salud a nuestro lado.

Consejos prácticos:

Durante la fase de destete:

-Al principio, las croquetas se pueden mezclar con agua templada para hacerlas más apetitosas y más olorosas. En este caso, esta papilla debe renovarse con frecuencia para que no tenga mal aspecto. La cantidad de agua para la mezcla se disminuye progresivamente hasta que, finalmente, el gatito consuma gustoso sus crujientes croquetas.

A partir de los 4 meses:

-El sistema digestivo del gatito es muy sensible, y los cambios bruscos en su alimentación pueden provocar las temidas diarreas. Es necesario incorporar poco a poco el nuevo alimento mezclándolo con el antiguo, hasta sustituirlo completamente. Si le damos variedad de alimentos, no sólo favorecemos un apetito muy caprichoso sino que también aumentamos el riego de trastornos digestivos.

-El gatito siempre debe tener a su alcance un bebedero con agua fresca y limpia, independientemente del tipo de alimentación.

¿ Sabías que….?

-Los gatitos que reciben un alimento con la siguiente combinación de antioxidantes: vitaminas E y C, taurina y luteína, tienen sus defensas más reforzadas y responden mejor a las vacunas, que los que toman el mismo alimento pero sin antioxidantes.

-La herpesvirosis es una enfermedad infecciosa que puede afectar a los gatitos. Un aporte elevado de L-lisina en su alimentación, ayudará a disminuir la transmisión.

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